Guerra Bi-Dimensional Capitulo 5

Capítulo 5: Una difícil desición

3 Meses después...

Hace tres meses que inicio la guerra, durante ese periodo, Nueva York se convirtió en una de las ciudades destinadas para los refugiados, esto debido a que no se registraba ataques a esta zona, por lo que civiles de otros estados y de países vecinos llegaban ahí, la gran mayoría eran jóvenes, niños y algunos ancianos, pero todos mostraban un semblante de tristeza, y era de esperarse, porque no solo fueron testigos de alguna masacre, algunos habían perdido a sus familias, su hogar y sus ganas de vivir, aunque también, recibían a los soldados heridos, muchos de ellos tenían heridas de gravedad. Para los habitantes de Nueva York, la vida tampoco era sencilla, como las perdidas eran grandes y los recursos pocos, los productos básicos y la comida empezaron a aumentar su precio, muchos jóvenes que ahora eran los encargados de mantener a su familia, tenían que trabajar para llevar comida a la mesa. A pesar de lo dura que era la situación, el gobierno decidió reanudar las clases para que los estudiantes no se atrasaran, aunque los alumnos salían más temprano, esto debido a que la mayoría de ellos debía trabajar, pues sus padres, tíos y abuelos habían ido a pelear a la guerra.

Mientras tanto, con los hermanos Hamato, también sufrían el día a día, desde que Splinter partió a la guerra, ahora ellos debían arreglárselas por si solos, con la pensión que les daba el gobierno no era suficiente, ya que si alguno de tus familiares estaba trabajando en el ejército, principalmente los soldados, recibías un apoyo económico, el cual tampoco era mucho. Así que se vieron obligados a buscar trabajo, Leonardo trabajaba en el aeropuerto registrando y orientando a los civiles que llegaban, Rafael como guardia de seguridad en el muelle, Donatello era el ayudante de un ingeniero en un taller donde reparaban los aviones para las obras de rescate y evacuación, y Miguel Ángel como cocinero en el alberge principal. Estos meses eran difíciles, pero no tanto por la situación económica, sino por lo que pasaba en el mundo, las noticias transmitían sobre la guerra, algún ataque o avance de la situación, su preocupación por Splinter se hacía cada vez más grande, pero los mensajes, hologramas o cartas que enviaba su Sensei cada semana, los calmaba un poco, porque al menos sabían que su maestro y padre estaba vivo, y eso les daba fuerzas para seguir adelante, además se tenían a ellos mismos, Leo y Mikey lo sabían perfectamente, ya que ellos de alguna forma tenían más contacto con los sobrevivientes que llegaban, y lo que veían cada día, les partía el alma; niños y jóvenes huérfanos, padres destrozados por el dolor de perder a un hijo, heridos y enfermos, los dos hermanos aprendieron una cosa con esto: el mundo podría ser un infierno, pero mientras estuvieran juntos, lograrían sobrevivir a él.

Ahora, los chicos estaban en la escuela, todo transcurría normal, solo que el ambiente era diferente, los estudiantes estaban tristes, apáticos, cansados, preocupados y algunos de ellos dormidos. Añoraban esos días, cuando su única preocupación eran sus notas, los exámenes, la tarea y los trabajos finales, cuando el viernes por la noche y el fin de semana era para divertirse, o cuando ahorrabas para comprarte ropa o algún videojuego, pero ahora, todo había cambiado; esos niños se convirtieron en los pilares de sus familias en tan poco tiempo, algunos de ellos vieron a su único pariente ir al matadero, otros se preocupaban no solo por llevar comida a la mesa, también debían conseguir alguna medicina o dinero para su pariente enfermo, y algunos, por desgracia...debían sacar fuerza para sobrellevar la muerte de su familiar que murió cumpliendo con su deber.

Las clases acabaron, Leo y sus hermanos se dirigían a sus respectivos trabajos, cuando desde lejos...

-Como odio a esa tortuga, a estas alturas ya debería de haber llevado a cabo mi venganza, pero no, esta maldita guerra tenía que arruinar mis planes y ahora, no tengo tiempo de nada- se quejó Kyle, y es cierto, cuando la guerra inicio, su padre fue a pelear, y ahora, el debía ayudar a su madre y hacerse cargo de sus 10 hermanas, en pocas palabras, su vida se volvió, una pesadilla

-Jefecito, ¿por qué no mejor deja de pesar en Mikey y se dedica a sus asuntos?- dijo nervioso Stuart, una mofeta mutante, el único "amigo" que seguía a su lado a pesar de su actitud bipolar, al decir esto Kyle se giro a él furioso

-Stuart, déjame aclararte algo-lo toma de la camisa-yo, DETESTO A ESA TORTUGA, ESA TORTUGA ME HUMILLO, ESA TORTUGA MANCHÓ MI NOMBRE, y no descansaré hasta lograr vengarme de él de la manera más dolorosa, hasta que no lo vea sufrir, no estaré en paz-

Volviendo con los Hamato, Leo estaba haciendo su trabajo tranquilamente, cuando llegó la hora de su descanso, y al revisar su mochila, sonrió ligeramente al ver lo que contenía: era un almuerzo, preparado por Mikey, el cual consistía en un sandwich, una galleta y su botellita de agua. Esto lo hizo recordar a su hermanito, sabía que esta situación era dura para él, pero lo que más le sorprendía, era que a pesar de todo este caos, Mikey hacia lo imposible por ver reír a los demás, no solo a ellos, también a los mutantes del alberge, porque los fines de semana, los cuales él no trabajaba, iba al alberge a leer, divertir o jugar con los niños, y de alguna forma, les devolvía un poco la alegría que habían perdido, sin embargo, muchas veces en las noches, lo descubría llorando en su habitación o en la azotea, le dolía verlo así, después de todo, a todos les había afectado la partida de Splinter, pero últimamente Mikey estaba muy preocupado porque ya había pasado una semana y no llegaba ninguna carta de Splinter, él también estaba angustiado, pero no podía doblegarse ante la incertidumbre, tenía que ser fuerte, por él y sus hermanos.

21:00 hrs

Llegó la hora de la cena, Leo, Rafa y Donnie estaban sentados en la mesa del comedor mientras Mikey cocinaba, todos estaban en silencio, nadie se atrevía a hablar por temor a decir algo que propiciará alguna pelea o peor, que alterará a su hermanito, sabían que Mikey era muy sensible si se trataba de Splinter, pero Mikey no era un tonto para no darse cuenta de la situación, así que mientras servía un poco de ramen, al pequeño no le gustaba el silencio, por lo que decidió romper el hielo.

-Oigan ¿cómo les fue el día de hoy? - dijo Mikey animado, a lo que sus hermanos reaccionaron de golpe, porque estaban tan enfocados en no decir algo que iniciará una pelea, que la pregunta del pequeño los tomo por sorpresa

-Pues, estuvo muy aburrido, lo único emocionante fue que detuve a una escoria mientras trataba de robar los vivieres de los refugiados, y obvio, le di su merecido- comento Rafa

-Es increíble que aun en tiempos de guerra, algunos sean capaces de hacer cosas malas- agregó Donnie algo triste

-Algunos solo piensan en sí mismos, no les importa la situación de los demás mientras a ellos no les afecte- hablo Leo uniéndose a la conversación

-Pero Splinter también decía "en tiempos de guerra y carencias, la verdaderas amistades encontraras"- añadió Mikey, pero al decir el nombre de su Sensei, sus hermanos quedaron pasmados, y al darse cuenta de esto, Mikey se tapo la boca con sus dos manos, ¿qué había hecho? se supone que debía animar a sus hermanos, no ponerlos tristes- yo, dis-discúlpen-me no quise...-

-No tienes porque disculparte, Mikey- le dijo Donnie- no dijiste nada malo, al contrario, es verdad, Sensei siempre veía el lado bueno de las cosas-

-Es cierto, además, a Splinter no le gustaría vernos preocupados- agregó Rafa

-Tienes razón, Mikey, sabemos que estas preocupado porque ya ha pasado una semana desde la última carta de Splinter, aunque no lo creas nosotros también lo estamos, es solo que no lo mencionamos para que no te sientas triste, no soportó verte así y no poder hacer nada para animarte- contestó Leo bajando la cabeza, Mikey solo sonrió

-Chicos, no tienen que preocuparse tanto por mí, yo tampoco soportó verlos tristes, por eso trato de hacerlos reír, aunque a veces no tengo éxito. Pero saben, durante estos días me he dado cuenta de una cosa...de que somos afortunados- al decir esto, sus hermanos, principalmente Rafa y Donnie se quedaron pasmados ante las palabras de su hermanito- solo piénsenlo, estamos sanos y salvos, JUNTOS, en nuestro hogar, mientras que en otros lugares, muchas familias están separadas, perdidas o en peores condiciones que nosotros, además, al menos nosotros podemos defendernos si algo llegará a ocurrir, gracias a los años de entrenamiento, en cambio, muchos de los civiles que vemos en las noticias ni siquiera pueden hacerle frente al Kraang. Aunque no lo crean, yo también trato de ser fuerte, por Splinter, sé que a él no le gustaría vernos tristes, por eso, yo confió en que volverá con nosotros, aún así también tengo miedo. Saben, vivimos tiempos duros, pero mientras los tenga a mi lado, soportaré lo que sea-

Leo, Rafa y Donnie se quedaron sin palabras, su hermanito, a pesar de ser el más pequeño y sensible de los cuatro, tenía razón, se tenían el uno al otro, y eso era lo importante, aunque el mundo fuera un caos, mientras estuvieran juntos, no importaba lo que viniera después. Luego, Mikey puso su mano en el centro de la mesa, Donnie hizo lo mismo poniendo la suya sobre la de Mikey, acto seguido, Rafa y Leo hicieron lo mismo.

-Recordemos esto, somos familia, y no importa lo que pasé, debemos estar unidos, no lo olviden, donde va uno...- dijo Leo

-...vamos todos- completaron la frase sus tres hermanos

Un momento hermoso y reconfortante, cuando de repente alguien llama a la puerta.

-¿Quién podrá ser a esta hora?- pregunto Donnie

-No lo sé, pero iré a abrir- dijo Leo dirigiéndose a la puerta, al abrirla, se encontró con unos mutantes, un águila y un hibrido de planta, lo cual sorprendió al joven tortuga

-Buenas noches, ¿usted es el joven Leonardo Hamato?-pregunto la planta, a lo que Leo asintió- venimos de parte de la Armada de Estados Unidos-

-Está bien, ¿en qué puedo ayudarle?- cuestiono Leo confundido, aunque en el fondo tenía un mal presentimiento

-Jovencito, lamentamos informarle, que el soldado Hamato Yoshi...falleció hace unos días en el campo de batalla- contesto el águila

Al oír esto, Leo se paralizo por completo, no, esto no podía ser cierto, Splinter estaba...Rafa, Donnie y Mikey quienes observaron y escucharon todo desde la cocina, también estaban atónitos, la respuesta de los oficiales resonaba en su cabeza una y otra vez, cuando por fin reaccionaron, se acercaron donde estaba Leo.

-No...eso, no es verdad... ¡NO ES VERDAD! ¡SPLINTER NO PUEDE ESTAR MUERTO!- gritó Rafa estallando de ira y dolor, esto hizo que Leo saliera de su trance

-No, por favor, dígame que no es verdad ¡Dígame que mi padre no está muerto, por favor!- suplico Mikey, Leo trato de calmarlo, pero fue imposible, los cuatro hermanos estaban destrozados, su mundo se les vino abajo

-No, no puede ser, debe haber algún error-dijo Donnie, quien a pesar de estar dolido, trataba de controlarse, lo cual le costaba trabajo, los oficiales al ver la negativa de los chicos, les entregaron una prueba, y al verla, se quedaron en shock...era el bastón de su maestro.

-Fue lo único que nuestro equipo logró rescatar durante las maniobras de ayuda, lo sentimos-

Las lágrimas y el dolor invadía a los hermanos Hamato, esto era una pesadilla, de la cual querían despertar, no querían aceptarlo, su padre y maestro...muerto. Simplemente no podían soportarlo, en ese momento se quedaron solos, solos en el mundo, ahora debían aprender a vivir por su cuenta, ya que Splinter se había ido, y ya no iba a volver jamás, estaban preparados para todo, pero esto, era un golpe muy fuerte en sus vidas.

1 mes después...

Departamento de Defensa de los Estados Unidos

La guerra no muestra ningún avance a favor de los mutantes, son muchas las perdidas, y pocos los resultados, a pesar de los avances tecnológicos y las aportaciones que se llevaron a cabo en estos últimos años, el Kraang aun tenía ventaja sobre la situación.

-Teniente, de aviso al equipo A-314 que se prepare para el ataque a las coordenadas que le envié, necesitamos acabar con el cargamento de armas del enemigo-

-Entendido Capitán-

-General, informe de la situación del escuadrón 637-

-La misión fue exitosa, pero tuvimos muchas bajas señor-

-Deme el informe de daños-

-70 de nuestros soldados están muertos, 52 heridos y otros 40 aun siguen desaparecidos, ocho unidades de ataque fueron destruidas, pero logramos interceptar su armamento-

-A este ritmo no lograremos nada, necesitamos más soldados-

-Señor, si hablará con el presidente y le explica la situación, podríamos unir fuerzas con...-

-No empiece con eso General, usted sabe perfectamente que los humanos no son de fiar-

-Pero Capitán, hemos tenido muchas pérdidas, si seguimos a este paso no tendremos más soldados disponibles-

-Entonces, necesitaremos más reclutas, General, comuníqueme con el representante de la OMU, voy a necesitar su ayuda en esto-

Nueva York, 11:27 hrs

Las cosas seguían igual en la ciudad para el pequeño Mikey, todavía estaba dolido por la muerte de Splinter, pero sabía que debía ser fuerte, se lo prometió a él mismo, no quería que sus hermanos, principalmente Leonardo, se preocupara por él, no quería abrumarlos, aunque no estaba solo, tenía a Pete, y a los mutantes del refugio, que estuvieron a su lado en este momento tan doloroso. En este instante, Mikey y sus hermanos estaban haciendo los deberes de la casa, ya que los domingos los tenían libres, cuando de repente, una noticia capto su atención.

-Las pérdidas de soldados han afectado a la armada, no solo al ejército de los Estados Unidos, muchos países también están padeciendo ante esta situación, por lo tanto, la OMU ha tomado una difícil decisión a nivel internacional...jóvenes de 15 a 20 años también deberán alistarse en el campo de entrenamiento de sus respectivos países para entrenarse y servir al ejército, este proceso es obligatorio, al menos un miembro de cada familia deberá llevarlo a cabo, los reclutas, deberán presentarse en el aeropuerto más cercano de su zona, en Nueva York, será el viernes a las 7 horas en la puerta A1, para el canal tres, soy Robert Anderson- informo el presentador de noticias

Al escuchar esta noticia, a las tortugas se les heló la sangre, todos estaban en silencio, nadie decía nada, solo permanecían en sus lugares, estáticos -jóvenes de 15 a 20 años deberán alistarse- esas palabras hacían eco en sus mentes, pero lo peor era que ahora era obligatorio, no tenían elección, uno de ellos tendría que ir a esa guerra... a morir.

-¡NO PUEDEN HACER ESO! ¡NOS MANDARÁN A MORIR!- exclamo Rafa lleno de ira mientras empezaba a aventar todo lo que encontraba

-¡Rafa, cálmate!- lo intercepto Leo tratando de calmarlo

-¡¿Cómo quieres qué me calme Leo?! ¡¿acaso no escuchaste lo que dijeron?!-

-No, esto no es posible, llevarán a esos jóvenes a una muerte segura-comentó Donnie

-Yo, no quiero morir, aun me falta mucho por vivir- dijo Mikey asustado, y al escucharlo, Leo se quedó helado, volteo a verlo y se acerco a él

-¿Qué dijiste?- cuestiono Leo preocupado y molesto tomando de los hombros a Mikey-repite lo que dijiste-

-Que, no quiero morir...en la guerra-respondió Mikey entrecortado ante la reacción de su hermano

-¡No vuelvas a decir eso! ¡tú no vas a morir! no dejare que ninguno de ustedes vaya a la guerra-

-Pero Leo, no escuchaste, es obligatorio ¿o acaso planeas alistarte a el cam...-Donnie no termino su pregunta, porque ya sabía la respuesta

-Así es Donnie, yo iré a la guerra- contesto Leo firme

-¡¿QUÉ?!- exclamaron sus tres hermanos menores al mismo tiempo

-Lo que escucharon, yo me alistaré en el ejército-

-No...¡NO PUEDES HACERLO!-grito Rafa triste pero a la vez furioso- no puedes dejarnos solos-

-No estoy de acuerdo con tu decisión Leo, es un suicidio- reclamo Donnie enojado

-Yo estoy a cargo ahora, así que yo seré quien aceptará esa responsabilidad, no les pregunte si estaban de acuerdo o no-

-Leo, por favor, no vayas-suplicó Mikey abrazándolo- al menos no vayas solo, déjanos ir contigo-

-¡Por supuesto que no!-se separó el ninja de azul para encarar a su hermanito- ninguno de ustedes estará involucrado en esto, podrían morir en el campo de batalla-

-¡Tú también podrías morir!-

-Es verdad Leo, tú solo podrías morir, deja que al menos uno de nosotros te acompañe, con mi inteligencia podría serte útil para construir aparatos y armas- dijo Donnie

-Olvídalo cerebrito, yo iré con Leo, soy el más fuerte y te aseguro que podría acabar con 100 Kraang-tontos en 10 segundos- presumió Rafa

-O qué tal si yo voy contigo, no tengo una razón en especial pero estaré a tu lado para animarte- dijo Mikey, pero ante su respuesta, sus hermanos mayores lo miraron molestos

-Enano, esto es una guerra, no un juego de niños, y en la guerra, solo los fuertes sobreviven, tu no durarías ni una hora- dijo Rafa sarcástico

-¿Estás diciendo que soy débil?-

-No Mikey, pero...una guerra es demasiado peligrosa, además no soportarías ver tanta crueldad, no eres débil, pero eres muy sensible- agrego Donnie

-Pero si estamos juntos, podemos lograr grandes cosas-

-Mikey, como digo esto sin herir tus sentimientos- dijo Donnie

-Escucha cabeza hueca, eres el más pequeño de nosotros, así que es nuestro deber cuidar de ti, ya sabes, cuestión de jerarquía- contesto Rafa

-¡¿Creen qué por ser el menor no puedo lograr algo solo?!-

-Chicos, basta nadie ira conmigo, yo iré SOLO- recalco Leo, Rafa y Donnie iban a replicar, pero su hermano les dirigió una mirada asesina, lo cual los intimido, excepto a cierto niño

-¿Por qué?- al escuchar esto, Leo se detuvo ante esta pregunta hecha por Mikey- ¿por qué haces esto? Siempre eres el que tiene que tomar las decisiones difíciles-

-Porque es mi responsabilidad, como hermano mayor y cabeza de la familia...- antes de terminar Leo fue interrumpido por Mikey

-¡¿Y ESO QUÉ?! ¡NO TIENES QUE HACER ESTO TU SOLO!- grito Mikey enojado, sus hermanos se quedaron sorprendidos, nunca lo habían visto así- ¿por qué nunca me toman en cuenta? ¿por qué soy el menor? ¿creen qué soy una carga?- exclamo Mikey

-Mikey, ya cálmate- intervino Donnie

-¿Qué pasó con nuestro pacto?-miro a sus hermanos con lágrimas en sus ojos celestes- dijimos que íbamos a estar juntos sin importar lo que pasará, donde fuera uno irían todos, le prometimos a Splinter que nos cuidaríamos entre nosotros, ¿o acaso ya lo olvidaron?-

-Eso no es verdad Mikey noso...-trato de responderle Rafa

-Dijiste que siempre estarías a mi lado para cuidarme, pero en vez de eso nos estas dejando solos...- se dirigió a Leo enojado

-¡Mikey, ya basta!- exclamo Leo

-Ahora veo que todas tus promesas eran puras mentiras, eres un mentiroso, yo no te importo, eres la tortuga más mentirosa, cobarde y egoísta del mundo, me avergüenza que seas mi...-

ZAP...

Leo le dio una bofetada a Mikey, estaba furioso porque su hermanito se atrevió a contestarle y a insultarlo, pero en el fondo, sus palabras le dolían, y como no se detenía, tuvo que golpearlo para pararlo, Rafa y Donnie presenciaron la escena impactados, Mikey nunca le había hablado así a Leo y esté nunca le había pegado a Mikey, salvo en los entrenamientos. Mikey solo le dirigió una mirada de rencor a Leo, y con los ojos cristalizados, se fue corriendo a su habitación. Leo al ver lo que había hecho, unas lágrimas salieron de sus ojos azul oscuro.

Al llegar Mikey se echo a llorar a su cama, estaba dolido, no por la bofetada que le dio Leo, sino porque su hermano quería ir a la guerra sólo, y si pasaba lo mismo que con Splinter, no soportaría el perder a su hermano, ¿por qué no podían ir juntos? ¿acaso era por qué no lo creían capaz de pelear? Si, tal vez no era disciplinado como Leo, fuerte como Rafa o un genio como Donnie, pero aun así el tenía sus cualidades, aunque si era sincero consigo mismo, no estaba seguro si serían útiles en una guerra. Pero lo que más le molestaba era que Leo aun seguía queriendo hacer todo él, y las palabras de Rafa y Donnie también le hirieron en lo más profundo de su corazón, se supone que los hermanos se ayudan y se cuidan, no importa si eres mayor o menor. Porque su hermano se hacía el fuerte cuando en el fondo se está muriendo de miedo, le dolía el que Leo no lo dejará ayudarlo, lo cual le hizo recordar algo que vio una semana después de la noticia de la muerte de Splinter.

Flashback

Era de madrugada, Mikey no podía dormir de nuevo, tenía pesadillas, aun con su pequeño osito (solo para aclarar, el mismo que Cabeza de Piel le destruyó) no conciliaba el sueño, así que sin más remedio, fue a la habitación de su hermano mayor, él cual siempre que le sucedían cosas como esa, él lo recibía con los brazos abiertos en su habitación, aunque muchas le decía que debía enfrentar sus miedos, ya que no siempre iba a poder dormir con él, pero el pequeño siempre se salía con la suya, solo que está vez, en verdad lo necesitaba, cuando estaba cerca de la puerta, iba a tocar, pero su instinto le decía que mejor se asomará, y al hacerlo, se paralizo con lo que vio...

Leo estaba despierto sentado al borde de su cama, llorando, triste, destrozado, cabizbajo, el ninja de naranja solo observaba a su hermano derramar lágrimas sin parar, le dolió verlo así, quería ir a abrazarlo, consolarlo, llorar con él, pero por alguna razón algo lo reprimía, pero en ese momento, Leo alza la cabeza mirando hacia arriba.

-Sensei...¿por qué nos dejaste? no tenías porque haber muerto, ahora que te has ido...no sé, como voy a seguir adelante, con mis hermanos, perderte fue difícil para todos, en especial para Mikey, y para mí, no sé de dónde voy a sacar fuerzas para levantarlos de este golpe tan duro que nos ocasiono tu muerte- estalló en llanto Leo cayendo de rodillas

Lo cual fue traumático para Mikey, esta situación era más difícil para Leo que para cualquiera de ellos, el hermano mayor, ahora el era la cabeza de la familia y debía hacerse cargo de ellos a partir de ahora, pero luego vio como Leo levantaba la cabeza con una mirada firme, pero aun derramando lágrimas

-Pero Sensei...te prometí que yo cuidaría de ellos, y así lo haré, debo ser fuerte, por ti, y por Rafa, Donnie y Mikey, no puedo fallarles, ahora yo soy el pilar de la familia, no puedo dejarme vencer, porque si yo caigo, todos caeremos, así que no dejaré que nada les pasé a mis hermanos, ¡Lo juró por tu memoria Sensei!-

Fin del Flashback

Ese día fue cuando el pequeño recordó, que su hermano podría ser fuerte, decidido, seguro de sí mismo, pero también tenía sentimientos, pero como él tenía la responsabilidad de todos ellos al ser el mayor, no podía dejar que sus hermanos lo vieran decaído, solo Mikey sabía de esto. Desde entonces, él también se hizo una promesa; cuidaría de sus hermanos sin importar lo que pasará, no dejaría que nada ni nadie les hiciera daño, ya había perdido a su padre, así que no estaba dispuesto a perder a alguno de sus hermanos.

-Tienes razón Leo- dijo firmemente Mikey tomando la foto que tenía en su buro, donde estaba él, sus hermanos y Splinter- alguien ira a la guerra, sólo que ese alguien no serás tú, ni Rafa o Donnie... seré yo-

Al decir esto, Mikey sacó una libreta de uno de sus cajones, y empezó a escribir algunas cosas, al parecer estaba formulando un plan, si quería ir alistarse sin que sus hermanos se enteraran, debía ser muy cuidadoso, esta decicsión no era un juego, estaba consciente de que en una guerra hay dolor, muerte y crueldad, por un momento pensó en retractarse de lo que iba hacer, pero al pensar en la discución que tuvieron, el enojo y rencor lo hacían continuar, pero también el pacto que hicieron y los momentos con sus hermanos comenzaron a invadir su mente, eso también lo motivaba, aunque empezaba a confundirse, y entre todo ese licuado de emociones, llegó un punto en el que no pudo más y se echo a llorar, se sentía perdido, no estaba seguro si en verdad quería hacer esto; pero al ver la foto de su familia, que estaba al lado de su almohada, la observo por un largo tiempo, lo que provocó que los momentos felices con sus hermanos volvieran.

-Mikey, vamos a jugar-

-Enano, ten cuidado, puedes lastimarte-

-No tengas miedo Mikey, yo te protegeré-

Mientras recordaba aquellos momentos bellos, Mikey se fue tranquilizando, y poco a poco su mente empezó a aclararse, a pesar de todo, amaba a sus hermanos con todo su corazón, por eso cuando Leo dijo que quería ir a la guerra solo, sintió mucho miedo, porque su hermano mayor podría morir en la guerra, y cuando Rafa y Donnie se ofrecieron a acompañarlo, el terror de perder a cualquiera de los dos lo invadió, no quería perderlos, eran su familia, y la familia debe estar unida incluso en las peores condiciones, por eso quería ir con ellos, porque a pesar de ser el menor, le prometió a Splinter y a si mismo, que cuidaría de sus hermanos. Sin embargo, cuando ellos se opusieron a ir juntos, la ira, el coraje y el miedo empezaron a alterarlo, y lo que le dijeron sus hermanos, aumentarón su furia y lo hicieron decir esas palabras hirientes, de las cuales se arrepentía de haberlas dicho. Pero después de tanto pensarlo, ya tenía la respuesta: No quería perder a sus hermanos, el amor que siente por ellos es tan grande, que no dejará que ellos se sacrifiquen por tenerlo a salvo, así que las cosas cambiarían, porque ahora era su turno de proteger a sus hermanos.

Retomó la libreta y el bolígrafo, y empezó nuevamente, escribía, corregía, borraba, activaba la opción de limpiar la hoja, pero no se daba por vencido, ya no había marcha atrás, había tomado una desición...iría a la guerra, por sus hermanos y su Sensei. Después de horas de planeación y revisión, por fin, ya tenía una estrategia para lograr llegar al reclutamiento, arrancó la hoja y la escondió debajo de su almohada, luego observo la foto nuevamente, dio un leve suspiro y miró hacia la ventana, se acerco a ella y al abrirla, ya era de noche, unas pocas estrellas podían observarse.

-Sensei, se que puedes escucharme, yo...iré a pelear a la guerra, y la verdad, tengo miedo, pero... no puedo dejar que mis hermanos se sacrifiquen por mí, si llegará a perderlos jamás me lo perdonaría, así que, por favor, estes donde estes, cuida a Leo, Rafa y Donnie y también a mí, y dame fuerzas para seguir adelante- dijo Mikey mientras una lágrima caía sobre la foto que sostenía en sus manos.